martes, 6 de febrero de 2018

LOS MONASTERIOS DE SAN MILLÁN DE LA COGOLLA

La Rioja es una de las comunidades españolas donde la espiritualidad se manifestó más profundamente en los tiempos antiguos, plasmada en el Camino de Santiago y la profusión de monasterios, iglesias y cenobios desperdigados por la región.

Los Monasterios de Suso y Yuso de San Millán de la Cogolla fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO el 4 de diciembre de 1997, por razones históricas, artísticas, religiosas, lingüísticas y literarias.
Los Monasterios de Suso y Yuso están en la villa de San Millán de la Cogolla. y el primero existía ya en el siglo IX

 Están dedicados a San Millán (evolución al Idioma español del nombre en latín Æmilianus o Emiliano), que fué un anacoreta  alumno de San Felices y vivió del 473 al 574, y creador de la comunidad mixta de eremitas de Suso, que luego daría lugar a uno de los focos culturales más importantes de la época medieval en el sur de Europa.

Aquí habitó asimismo el monje y primer poeta de nombre conocido en castellano, Gonzalo de Berceo



Monasterio de San Millán

Cuna de la lengua castellana.

Una lengua no nace en un lugar ni en un momento concreto, pero es en el monasterio de San Millán en el siglo XI cuando un monje tiene conscientemente el atrevimiento de poner por escrito palabras y frases de esa lengua del pueblo.
 Nadie lo había hecho antes con una intención literaria: Son las Glosas Emilianenses. En el mismo códice encontramos también las primeras palabras escritas en vascuence.


MONASTERIO DE SAN MILLÁN DE SUSO




El Monasterio de San Millán de Suso

O Monasterio de Suso ("suso" significa "arriba" en castellano, aunque ya está en desuso) se halla ubicado cerca de la villa de San Millán de la Cogolla, Comunidad Autónoma de La Rioja, en la margen izquierda del río Cárdenas y forma parte del conjunto monumental de dos monasterios, con otro construido posteriormente y que se sitúa más abajo, llamado Monasterio de San Millán de Yuso, los dos declarados Patrimonio de la Humanidad.




San Millán de Suso

Iniciada su construcción a finales del siglo VI, tiene su origen en un cenobio visigodo establecido alrededor del sepulcro del eremita Aemilianus (Millán) o Emiliano, fallecido en el año 574.
A lo largo de los siglos siguientes y hasta el siglo XII sufre distintas ampliaciones como consecuencia del cambio de vida eremítica a la cenobítica y posterior monástica, distinguiéndose en ellas el estilo Mozárabe y el Románico



Los modillones

 Que presenta el edificio son los más lujosos de todas las series conocidas en el tradicional estilo de repoblación, similares a los de la fachada este de la Mezquita de Córdoba.
Se trata de roleos a base de las clásicas esvásticas, rosetas en estrellas de 6 puntas; un apéndice triangular agregado en el centro de la cara frontal, calado y decorado con ruedas solares y triángulos curvilíneos.
Puede decirse que se trata aquí de un verdadero "barroquismo" mozárabe que se da en el siglo X en La Rioja


Detalle de los modillones con su decoración.






El panteón de los Infantes de Lara en el atrio

La Leyenda de los infantes de Lara, incorporada al Romancero y cuyos hechos responderían a una realidad histórica situada en el último cuarto del siglo X, tuvo un éxito considerable en la Castilla de la Edad Media.
Los sarcófagos de los siete infantes de Lara se encuentran en el Monasterio de San Millán de Suso. Las cabezas de los infantes están en la iglesia de Santa María de Salas de los Infantes, y el sepulcro de Mudarra, hermanastro de los infantes se halla en la Catedral de Burgos.





Pavimento del atrio.

Según la leyenda, los siete hermanos, hijos del noble Gonzalo Gustioz, fueron capturados por los musulmanes en una emboscada preparada por Ruy Velázquez, trasladados a Córdoba y decapitados. Los cadáveres se condujeron a Castilla y según una tradición no textual, fueron depositados en unos sepulcros pétreos que se ubicaron en el pórtico meridional del monasterio de San Millán de la Cogolla de Suso. De este modo, el monasterio fue también conocido como panteón de los siete héroes castellanos.
Mudarra (también llamado «hijo de la renegada»), hijo bastardo de Gonzalo Gustioz —padre de los infantes— y de una hermana del mismo Almanzor, recibió su educación de este caudillo musulmán. Vengó después la muerte de sus hermanastros



Planta del templo

Donde también se observan las cuevas primitivas donde habitaba San Millán y la necrópolis.
El pequeño monasterio se construyó alrededor de la celda rupestre del ermitaño.
En una primera etapa (siglo V y principios del VI) se excavan cuevas aprovechando oquedades del terreno, las cuales se distribuyen en dos niveles destinadas a habitaciones, y otras dos a oratorio, donde actualmente se sitúan el cenotafio de San Millán y el osario.




Acceso al interior del templo, con su arco de herradura.




Interior de la iglesia capiteles 

En la primera mitad del siglo X y partiendo del cenobio visigodo se construye el monasterio mozárabe, consagrándose en 954 por García Sánchez I, primer monarca instalado en Nájera, del que se conserva gran parte de la estructura.
A esta etapa corresponde la galería de entrada y la nave principal de la iglesia, construida con bóvedas de estilo califal y arcos de herradura.

En el año 1002, Almanzor incendió este monasterio, desapareciendo con ello la decoración pictórica y estucos mozárabes.




Arco triunfal de características mozárabes



Naves

En 1030, Sancho III el Mayor con motivo de la santificación de san Millán, restaura y amplía el monasterio por el oeste añadiéndose dos arcos más de medio punto a los existentes de herradura y se cambia la situación del altar, que se orienta al este. Por último, en los siglos XI y XII se realizan otras ampliaciones con muros y arcos de medio punto ante las primitivas cuevas del eremitorio.




Naves con arquerías de herradura

San Millán de la Cogolla constituye un buen exponente de una de las tipologías arquitectónicas de la arquitectura de repoblación: los edificios de dos naves. Esta planimetría a veces se ha justificado por la existencia de comunidades dúplices o por la presencia de dos altares. Sin embargo, en el caso de San Millán, como en el de San Juan de la Peña -construcción de la misma tipología-, contamos con un templo rupestre allí instalado de forma previa al monasterio o al templo posterior. A la hora de ser levantado este último, el anterior se reutiliza y simplemente se añade un nuevo altar y su nave correspondiente, consagrados para la nueva comunidad monástica.




Detalle de las arquerías



Cenotafio de San Millán

Los tres santuarios que fueron excavados en la roca. La gruta más oriental es probablemente la parte más antigua y se cree que fuera la celda del santo. Se trata del cenobio visigodo, compuesto por una serie de cuevas colocadas en dos pisos unidos por un pozo donde se dice que vivió San Millán hasta su muerte en 574.





En la segunda cueva llamada Oratorio de San Millán, podemos encontrar el cenotafio de San Millan. Situado a nuestra izquierda, se trata de una escultura yacente del santo de época románica (siglo XII), vestido con ropas sacerdotales visigodas, construido en alabastro oscuro casi negro. Tiene unas medidas de 1,13 metros de altura, 2,11 metros de longitud y 1,93 metros de profundidad.
El cenotafio  se apoya en un soporte con seis mensulas.
Se le considera de una época tardo-románica o proto-gótica.





 En esta misma cueva, a la derecha encontramos una oquedad artificial, formada por tres huecos, cada uno de ellos con una arcada de medio punto, y que hacía la veces de altar y sagrario para San Millán. Algún autor considera que pudiera ser el altar más antiguo de España.




Alrededor del santo podemos ver distintas escenas de la vida del santo: dos ciegos con sus bastones y un perro lazarillo acuden a implorar el milagro del santo, una niña muerta que resucitó al tocar el sepulcro, y distintos anacoretas. Se trata de decoración en altorrelieve que rodean los cuatro lados y los cuatro angulos formando un total de seis escenas.





Estatua yacente de San Millán

En su manos podemos encontrar esculpido un portapaz sobre el pecho con una cruz florenzada de brazos iguales, con decoración de números y vegetales



MONASTERIO DE SAN MILLÁN DE YUSO

Por supuesto, Yuso ya no es románico, pero su descripción, aunque no corresponda a la temática de esta página, tiene que ir unida al monasterio de Suso, ya que ambos son consecuencia uno del otro y además en se guardan en él, distintas e importantes piezas de aquellos siglos, dignas de conocer.



Planta del Monasterio de San Millán de Yuso o de abajo



El Real Monasterio de San Millán de Yuso

(yuso significaba 'abajo' en castellano antiguo) está situado en la villa de San Millán de la Cogolla



Este monasterio fue mandado construir en el año 1053 por el rey navarro García Sánchez III de Navarra «el de Nájera». La historia de su fundación va unida a una leyenda basada en un milagro de san Millán (o Emiliano), un joven pastor que se hace ermitaño.
 Cuando en 574 muere Millán, a la edad de 101 años, sus discípulos lo entierran en su cueva, y alrededor de ella se va formando el primer monasterio, el de San Millán de Suso.



Interior de la iglesia.Retablo de San Millán





Tiene un retablo del siglo XVII con pinturas también de fray Juan Ricci; el cuadro central representa a San Millán en la batalla de Hacinas (Burgos) contra los moros. Los cristianos, en sus luchas contra los musulmanes, eligieron a San Millán como patrono





En el museo podrá contemplar las réplicas de las arcas relicarios del San Millán (siglo XI) y su maestro San Felices (siglo XII). La de San Millán fue un encargo de Sancho IV de Navarra (Sancho el de Penalén), en el año 1067.



El trascoro
Era la zona destinada al pueblo. El trascoro es a la vez el retablo parroquial y puerta de acceso a través del coro al altar mayor. El trascoro, obra de Francisco de Bisou realizada en 1767, de estilo rococó francés, está decorado con esculturas de bulto redondo, probablemente del taller de Pascual de Mena, que representa a los santos que se mueven en torno a San Millán: San Braulio, su biógrafo, San Felices, patrón de Haro y su maestro, San Aselo, San Geroncio





Coro

Sillería del coro bajo realizada por un tallista flamenco, Mateo Fabricio, en torno a 1640




Claustro

El claustro de la planta baja también se conoce por el nombre de procesional. Comienza su construcción Juan Pérez de Solarte en 1549. Es renacentista con bóvedas góticas. Arcos apuntados, doblados, entre contrafuertes rematados por pináculos góticos con ganchos, poco esbeltos y de labra tosca. La puerta que comunica con la iglesia, decorada al estilo manierista



Glosas Emilianenses

 Son pequeñas anotaciones manuscritas a un  códice  llamado Aemilianensis, escrito en latín, a finales del siglo X o a principios del siglo XI. Fueron .realizadas en varias lenguas: entre ellas el propio latín, un romance hispánico (bien español medieval con rasgos riojanos, bien navarro-aragonés en su variedad riojana​) y euskera.
Su importancia no es sólo artística y religiosa, sino también lingüística y literaria. Se encuentran entre las líneas del texto principal y en los márgenes y la intención del monje copista era probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino.
 Dichas anotaciones estaban escritas en romance o en un precastellano poco evolucionado respecto del latín. .





Placa conmemorativa del XV centenario




Sacristía
Es una de las sacristías con más alto valor artístico de España. En un principio fue la sala capitular. Arquitectónicamente es del s. XVI.



Arca de San Millán

Para las abadías y monasterios su más estimado tesoro eran las reliquias de los santos, sobre todo si eran del santo fundador. Don Blas, abad de Yuso entre 1067 y 1081, manda realizar el arca relicario más rico posible para venerar los restos de San Millán, empleando en su interior telas finísimas y revistiendo el exterior con láminas de oro, plata, piedras preciosas y tarjetas de marfil. Entre la colección de relicarios del monasterio sobresalen las arcas relicarios de San Millán (s. XI), por un lado, y la de San Felices (s. XII), por otro, por sus marfiles románicos.Los soldados de Napoleón arrancan las placas de oro y piedras preciosas



Marfil románico, s. XI. Arca relicario de San Millán.



Marfiles románicos pertenecientes a la arca de San Millán.

Hoy queda en Yuso de la antigua arqueta por un lado la antigua pieza en la que se puede ver la madera original y el forro interior de tela árabe del siglo XI. En el relicario nuevo de plata realizado en 1944 están los marfiles románicos del siglo XI originales




Arqueta de San Felices

 «una de las más importantes joyas que se exponen en esta colección».Se encuentra recubierta por cuatro piezas de marfil hechas en el siglo XI con escenas religiosas. Además, tiene tres piezas de cristal de roca con forma de piezas de ajedrez árabe, mientras que la estructura original de madera se encuentra recubierta por piezas de orfebrería desde 1944.





Tiene el monasterio también una importante biblioteca de Cantorales del siglo XVII. Unos 30 libros gigantes, pesan entre 40 y 60 kg, hechos a mano a lo largo de cuatro años de trabajo y en el que se utilizaron la piel (pergamino) de unas 2000 vacas.





Biblioteca. Monasterio de Yuso.

Heredera del antiguo Escritorio de San Millán el conjunto de archivo y biblioteca está considerado entre los mejores de la España monasterial. El archivo consta de dos cartularios (el Galicano y el Bulario) y unos trescientos documentos






Códice de los Concilios Folio 129 v  Representación idealizada de los Concilios de Toledo




Ilustración de uno de los Beatos copiados en San Millán.






FUENTES

www.monasteriodesanmillan.com/

http://lariojaturismo.com/…/ae9e1cd3-53b6-4612-b199-db296db…

https://es.wikipedia.org/wiki/San_Mill%C3%A1n_de_la_Cogolla


BIBLIOGRAFÍA:

"El estilo Mozárabe" de Mireille Mentré   . Encuentro Ediciones

"El Mozárabe" La España románica  Jacques Fontaine . Encuentro Ediciones





























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