Y así, con la reforma del Cuarto Real que había junto al monasterio, se inició la construcción del Palacio del Buen Retiro.
Contaba entonces con unas 145 hectáreas. Aunque esta segunda residencia real iba a estar en lo que en aquellos tiempos eran las afueras de la villa de Madrid, no estaba excesivamente lejos del Real Alcázar y resultó ser un lugar muy agradable, por estar en una zona muy boscosa y fresca.
A lo largo de la historia, el conjunto sufrió modificaciones, no siempre planificadas, que cambiaron la fisonomía del jardín, como el Parterre, diseñado durante el reinado de Felipe V (1700-1746), la Real Fábrica de Porcelana del Buen Retiro (conocida popularmente como La China) en tiempos de Carlos III (1759-1788) o el Observatorio Astronómico, obra de Juan de Villanueva,
El rey Carlos III fue el primero en permitir el acceso de los ciudadanos al recinto, siempre que cumpliesen con la condición de ir bien aseados y vestidos. En la actualidad, esta considerado como el primer gran parque de Madrid
Palacio del Buen Retiro, detalle de sus dependencias.
En tiempos de Felipe II existía en el monasterio de San Jerónimo (situado en la zona del Prado de Madrid) un edificio que se llamaba Cuarto Real, por servir de alojamiento a los monarcas.
El llamado Cuarto Real, eran unos aposentos destinados al alojamiento de los monarcas y que sería germen del futuro palacio, que crecería junto a San Jerónimo «el Real». El Cuarto Real estaba junto al lado del Evangelio del presbiterio, de tal suerte que el rey podía escuchar misa desde su dormitorio, costumbre que también es patente en el diseño y distribución del Monasterio de El Escorial
Felipe IV a caballo de Velazquez
(observar los "arrepentimientos" muy visibles en las patas traseras)
Felipe IV lo habitó en numerosas ocasiones, siendo también asiduo a la finca colindante, denominada Gallinero pues en ella se hallaban instaladas unas pajareras con gran número de aves exóticas. La finca era propiedad de su valido el Conde-Duque de Olivares, que intentando agradar a su soberano impulso la creación de un gran palacio a partir del Cuarto Real y con la expropiación de los terrenos colindantes.
La Puerta de Felipe IV
Es una de las más antiguas del Retiro (1690), aunque su situación actual no es la originaria.
El palacio del Buen Retiro de Madrid fue un conjunto arquitectónico de grandes dimensiones diseñado por el arquitecto Alonso Carbonel (h. 1590–1660) y construido por orden de Felipe IV como segunda residencia y lugar de recreo (de ahí su nombre). Se edificó en lo que entonces era el límite oriental de la ciudad de Madrid. Hoy en día se conoce por los escasos vestigios que quedan de él y por sus jardines, que hoy conforman el Parque del Retiro.
Su arquitecto Alonso Carbonell utilizó en su construcción materiales baratos: ladrillo para los muros, madera para los forjados y pizarra en los chapiteles que remataban las torres.
Felipe IV dio al nuevo palacio el nombre de «Real Sitio del Buen Retiro» mediante una pragmática de 1 de Diciembre de 1633 Por esa fecha se había acabado el cuerpo principal del edificio.
Vista del Monasterio de San Jerónimo el Real, Eduardo Rosales, 1871 Museo del Prado.
Felipe IV tenía costumbre de hospedarse en ocasiones en unos aposentos anexos al convento de San Jerónimo «el Real» (cerca del actual Museo del Prado) que recibían el nombre de Cuarto Real. La razón de este hecho se puede encontrarla en que el llamado Rey Planeta encontraba especialmente placentero dar paseos por la finca anexa, propiedad de su valido, el Conde-Duque de Olivares.
Estatua de Felipe IV de Pietro Tacca
Según diseño de Velazquez y con asesoramiento científico dde Galileo, para conseguir la postura "en corbeta" del caballo.
Ante el frontispicio del palacio, doña Mariana de Austria ya viuda de Felipe IV, ordenó la colocación de la estatua ecuestre de su esposo que actualmente contemplamos en la plaza de Oriente de Madrid.
Se trata de una obra maestra de la estatuaria ecuestre, no sólo por su calidad artística, sino también por sus características técnicas. Es la primera escultura a caballo del mundo en la que éste se sostiene únicamente sobre sus dos patas traseras, y discretamente también sobre su cola
La edificación del palacio no fue algo proyectado desde un inicio, sino que se extendió a lo largo de siete años, hasta 1640, en los que se fueron añadiendo anexos de manera sucesiva. Una vez estuvo terminado, el palacio constaba de más de 20 edificaciones y dos grandes plazas abiertas que se empleaban para festejos y actos de diversa índole. El conjunto palaciego estaba rodeado de una gran extensión de jardines y estanques, dado el carácter lúdico del mismo.
Bajo la dirección de los arquitectos Giovanni Battista Crescenzi y Alonso Carbonell se construyeron diversos edificios, entre ellos el Coliseo del Buen Retiro, que acogió representaciones de los dramaturgos españoles del Siglo de Oro, entre ellos Calderón de la Barca y Lope de Vega
Casón del Buen Retiro
El llamado Casón fue construido por Alonso Carbonell en 1637 como salón de baile del Palacio del Buen Retiro. En origen no fue un edificio independiente, sino una crujía o segmento dentro de una sucesión mayor de edificios. Fue a raíz de perderse los restantes cuando quedó exento
El Casón del Buen Retiro es uno de los dos únicos edificios que han sobrevivido a la destrucción del Palacio del Buen Retiro,
Desde 1971 es uno de los edificios que conforman el Museo del Prado, y
durante décadas ha albergado sus colecciones de pintura del siglo XIX
.Pintura conocida como Alegoría del Toisón de Oro o como La fundación de la Orden del Vellocino de Oro y la Apoteosis de la Monarquía Española pintada por Luca Giordano en el siglo XVII en la bóveda del Casón del Buen Retiro. A la izquierda está Felipe III de Borgoña recibiendo el vellocino de oro de manos de Hércules y a la derecha está pintada una alegoría del esplendor de la monarquía hispánica.
El Salón de Reinos
O salón grande fue el auténtico eje representativo del antiguo palacio, construido entre 1630 y 1635 y el que albergaba las mejores pinturas, casi todas conservadas ahora en el Museo del Prado,
El salón debe su nombre a que en él estaban pintados los escudos de los veinticuatro reinos que formaban la Monarquía Hispánica en tiempos de Felipe IV. Para el Salón de Reinos (hasta 2009 sede del Museo del Ejército), se encargó una serie conmemorativa de triunfos militares españoles, a la cual aportó Velázquez su famoso cuadro La rendición de Breda o "Las lanzas". Otros cuadros de la serie se deben a Zurbarán, Antonio de Pereda, Juan Bautista Maíno y Vicente Carducho.
Recreación de como era el interior del Salón de Reinos con los oleos que colgaban de sus paredes.
El Salón de Reinos era la estancia más relevante del conjunto, pues era donde Felipe IV recibía a los embajadores y demás autoridades extranjeras.
"El Conde Duque de Olivares" por Velazquez
A fin de impresionarles con una imagen de poder bélico y económico, el Conde-duque de Olivares decidió decorar este gran salón con imágenes de los principales éxitos militares de España, si bien casi todos estos hechos eran relativamente antiguos.
"La rendición de Breda" Velazquez
Llamado popularmente de "Las lanzas", representa la entrega de las llaves de la ciudad de Breda por Justino de Nassau, de la casa de Orange, su defensor, al general Spínola
El cuadro se pintó, junto con otros doce, para la decoración del denominado Salón de Reinos
"La Defensa de Cádiz contra los ingleses"
También conocido como Desembarco hostil de los ingleses cerca de Cádiz en 1625, al mando del Conde de Lest o simplemente Defensa de Cádiz, es un cuadro de Francisco de Zurbarán expuesto en el Museo del Prado de Madrid, que fué encargado para decorar el Salón de Reinos
"Socorro
a Génova por el marqués de Santa Cruz"Antonio de Pereda 1634.
Madrid, Museo del Prado, óleo sobre lienzo Pintado para serie de batallas del Salón de Reinos en el nuevo palacio del Buen Retiro
Madrid, Museo del Prado, óleo sobre lienzo Pintado para serie de batallas del Salón de Reinos en el nuevo palacio del Buen Retiro
"Hércules y la hidra de Lena" Zurbarán
Entre estos cuadros, y sobre las ventanas bajas del Salón, se disponían diez cuadros con los trabajos de Hércules, pintados por Zurbarán, con los que se pretendía equiparar las hazañas del semidios con las del rey. La elección de Hércules no era casual, ya que los Habsburgo se consideraban descendientes de éste mítico héroe civilizador.
Felipe III a caballo de Velazquez
Inicialmente el Salón se concibió como palco desde el que los reyes pudiesen asistir a las funciones teatrales que se celebraban en el patio, pero cuando se optó por hacer del Buen Retiro un verdadero palacio se agregó a esa función la ceremonial, como salón del trono
Margarita de Austria de Velazquez
En los extremos este y oeste se los retratos, realizados por Velázquez, de la familia real. La serie estaba compuesta por los retratos ecuestres de Felipe III y de su esposa, Margarita de Austria, situados en el muro oeste
Isabel de Borbón de Velazquez
Los retratos de Felipe IV y su esposa Isabel de Borbón en la lado este, donde se situaba la entrada principal al salón. Entre estos y sobre la puerta, el retrato del heredero de la corona, príncipe Baltasar Carlos
El Príncipe Baltasar Carlos a caballo, óleo sobre lienzo, Museo del Prado.
Obra enteramente autógrafa de Velázquez. El príncipe, de seis años, monta una jaca vista desde abajo, que al estar destinado el cuadro, a un lugar elevado, lo que produce una evidente deformación en el animal.
Retrato de Felipe V, por Jean Ranc (c. 1723).
Cuando Felipe de Anjou fue proclamado rey de España, bajo el nombre Felipe V, entra en Madrid el 18 de febrero de 1701 y visita el Buen Retiro recibiendo las llaves de manos del su alcaide, Diego Mexía Felípez de Guzmán, marqués de Leganés. Los jardines estaban deteriorados y descuidados. Sin embargo, tal estado no evitó que se realizaran las celebraciones de su coronación el 8 de marzo en Los Jerónimos.
Robert de Cotte proyecto para el nuevo Palacio del Retiro de 1712.
El proyecto respetaba el antiguo palacio, el Gran Estanque y la ermita de San Antonio, pero creaba un nuevo edificio en forma de U que se abría a una gran explanada, como la de Versalles, en dirección al camino de la calle de Alcalá. Los jardines se reorientarían en un eje sur-norte.
La obra nunca llegó a realizarse y debido al incendio del Alcazar en 1734, Felipe V tuvo que restaurar el Buen Retiro, para alojarse en él.
Perspectiva del Retiro y del Palacio desde el Jardín de la Reina (la estatua ecuestre es la de Felipe IV).
Durante las obras de remodelación del Palacio aconteció la inesperada muerte de Felipe V el día 9 de julio de 1746. En uno de los jardines del Buen Retiro se proclamó rey a su sucesor, Fernando VI.
El nuevo rey apoyó en principio las reformas de Santiago Bonavia.
Los estanques. El agua era un elemento fundamental en el diseño del sito de recreo. Como podemos ver en la imagen superior había albercas y acequias para regar los jardines y huertas cercanos a palacio, que se conectaban por medio de un canal (el Río Chico). Pero también había estanques de recreo y puramente de embellecimiento como el estanque lobulado de las Campañillas, con un pabellón central en una isla del que colgaban cientos de campanillas que eran movidas por el viento. El Estanque Grande, que nos ha llegado a nuestros días, era un gran rectángulo con una isla central. Poseía embarcaderos para botar barquitos desde donde pescar, remar o disfrutar con escenificaciones de batallas navales. El Río Grande conectaba el estanque con el otro extremo del parque donde se encontraba la ermita de San Antonio de los Portugueses, rodeada por un canal polilobulado.
Estanque Grande de el Retiro
En época de Felipe V, se reformó el Real Coliseo, que llegaría a dirigir Farinelli; también se restauraron los jardines, y en el Gran Estanque volvieron a circular barcas y en las noches de verano se ejecutaban serenatas.y se celebraban competiciones naúticas fastuosas
Farinelli de Conrado Gianquinto
Farinelli, sobrenombre por el que era conocido Carlo Broschi (Andria, 24 de enero de 1705-Bolonia, 16 de septiembre de 1782), cantante castrato italiano, uno de los más famosos del siglo XVIII. Se le supone una extensión vocal desde La hasta Re (3,4 octavas)
En España, donde sólo tenía planeado quedarse unos meses, terminó viviendo casi 25 años. Su voz, empleada por la reina para curar al Rey Felipe V, el primer Borbón, de su depresión melancólica, le ganó tanta influencia con Felipe V que éste no sólo acabaría dándole poder, sino el nombre oficial, de primer ministro
La fuente de la Alcachofa.
En una de las rotondas que existen en el Retiro, en una de las esquinas del estanque, se encuentra la famosa fuente de la Alcachofa, por el remate superior existente encima del vaso que soportan cuatro amorcillos.
La fuente original fue proyectada en 1776 y esculpida entre 1781 y 1782, para el conjunto del Salón del Prado, siguiendo las directrices de Carlos III para embellecer y urbanizar la zona nororiental de Madrid. Su diseño se debe al arquitecto Ventura Rodrigue< y su realización al escultor Alfonso Giraldo.
En la parte inferior de la fuente, en el gran vaso, unos tritones sostienen en sus manos el escudo de la ciudad de Madrid
.
La Rosaleda, otro lugar entrañable del Parque.
La Fuente del Ángel Caído de Ricardo Bellver (1877)
Madrid es la única capital del mundo que tiene una fuente con la imagen del diablo.
Está situada en los Jardines del Buen
Retiro sobre el solar que ocupaba la antigua Real Fábrica de Porcelana
que los madrileños llamaban popularmente 'La China', destruida durante
la Guerra de la Independencia.
La escultura principal es de Ricardo Bellver y el posterior pedestal de Francisco Jareño. Esta fuente fue realizada en 1877
Carlos III en atuendo de caza, por Francisco de Goya
Al poco de comenzar su reinado decidió crear una fábrica de porcelanas en el Retiro. Encargó a su hombre de confianza, el Marqués de Esquilache, la llegada de Italia de expertos acompañados de sus familias e instrumental. El 13 de noviembre de 1759 llega la comitiva de más de doscientos expertos a Madrid, bocetos, maquinaria, etc. A cargo de ellos se encontraba Juan Tomás Bonicelli. Se elige como emplazamiento de la fábrica el lugar donde se encuentra la ermita de San Antonio de los Portugueses. Se desecaron algunos de los estanques y se construyó el edificio fabril.
Noria de la Fábrica de Porcelana del Buen Retiro
Porcelana del Buen Retiro Baco y Ceres
Pronto se encendieron los hornos y comenzó la producción. Las primeras porcelanas se denominaron «porcelanas fritas» y poco a poco fueron perfeccionando su calidad. Era conocida por los madrileños como La China
Alegoría de las Artes y la Virtud
Porcelana del Buen Retiro que se encuentra en al Instituto de Chicago.
La fábrica no fue concebida desde su inicio como una actividad lucrativa, sino como proveedora de la Real Casa
Porcelana del Buen Retiro que se encuentra en al Instituto de Chicago.
La fábrica no fue concebida desde su inicio como una actividad lucrativa, sino como proveedora de la Real Casa
Giuseppe Gricci realizó muchas obras para la Real Fábrica, entre ellas esta preciosa Piedad, que se encuentra en el Museo de Historia
Centro de flores de porcelana del Buen Retiro MAN
Se encuentra en el Museo de Artes Decorativas de Madrid
Plano del Fortín
En 1808 las tropas francesas utilizaron el palacio como cuartel, lo que ocasiono su rápido deterioro, dada la escasa calidad de los materiales de construcción.
Resulta que, aprovechando que se encuentra en uno de los puntos más elevados de Madrid y medianamente aislado del casco urbano, el General Murat optó por que sus hombres construyesen y se instalasen en él un gran fuerte, con una ciudadela estrellada en su interior. Se levantó en el sur para de este modo aprovechar el desnivel y elevarse sobre la zona de Atocha. Como curiosidad indicar que, durante este tiempo, el propio Murat degustaba en su mesa de pescado fresco procedente del estanque del Retiro. (Una elección un tanto arriesgada de haberlo hecho en la actualidad).
El tiempo que duró la guerra hasta 2.000 soldados franceses se instalaron en el parque, acampados en sus jardines. Las numerosas hogueras y continuas podas para aprovisionarse de leña dejaron este icónico espacio en un estado lamentable. Cuando los ingleses consiguieron entrar en Madrid lo primero que hicieron fue acudir a este fuerte y arrasarlo
Ruinas de la Ermita románica de San Pelayo y San Isidoro
Originalmente estaba en Avila y que tras la desamortización, encontró al final acomodo en los Jardines del Retiro.
Cánovas del Castillo en 1897 se interesó por el monumento y el museo lo cedió al Ayuntamiento de Madrid ordenando su traslado a los jardines de El Retiro bajo la supervisión y proyecto del arquitecto Ricardo Velázquez Bosco
Ermita de San Antonio de los Portugueses
Desaparecida cuando se construyó la Fabrica de Porcelana.
En el Buen Retiro hubo imnumerables ermitas dedicadas a varios Santos, la mayoria desaparecidas.
Real Observatorio Astronómico de Madrid
Los orígenes del Observatorio se remontan al reinado de Carlos III
quien, a propuesta del célebre marino y científico Jorge Juan, ordenó la
creación del Real Observatorio Astronómico de Madrid,. La construcción
de su primer edificio, diseñado por el arquitecto Juan de Villanueva,
comenzó en 1790 en el actual Parque del Retiro, entonces una colina en
las afueras de Madrid donde se encontraba la Ermita de San Blas, a donde
los madrileños acudian en Romería todos los años
Círculo azimutal. Real Observatorio Astronómico de Madrid
Fuentes:
http://www.boadilla.com/pages/buen_retiro.htm
http://cvc.cervantes.es/actcult/salon_reinos/cast/fichas/palacio1.htm
Bibliografía: de varios autores, sobre la historia de Madrid
https://es.wikipedia.org/wiki/Historia_del_Buen_Retiro
http://algargosarte.blogspot.com.es/2014/10/el-palacio-del-buen-retiro-de-alonso.html
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